Sergio Arturo Ramírez Muñoz, abogado de profesión, muchos años se dedico a la búsqueda de la justicia, a través del litigio penal, esta labor lo llevo a explorar formas atractivas de solución de conflictos en casos en los que parecía imposible una amigable composición.
Se interno entonces en el estudio de la cultura de paz, ejercicio que le ha llevado gran parte de los últimos cinco años de su vida, por lo que ha recorrido pueblos y comunidades de México, propiciando acuerdos y alianzas por la paz.
En su forma de hablar hay una mezcla indescriptible entre serenidad y apasionamiento: Esta seguro de que es posible la resolución de conflictos actuales de manera no violenta, pero no a cualquier precio, no a costa del olvido y de la impunidad. La injusticia, dice, no conoce a la paz. Pero ha encontrado, el intrincado trance en el que se encuentra México, formas para llegar a acuerdos, acercamientos a la justicia y a la verdad.
En su trato respetuoso y amable, reconoce que "el conflicto es inherente a las relaciones humanas, lo importante es como lo gestionamos y como lo transformamos".
En la construcción de la paz, se ha arriesgado y apostado su capital económico y humano, aveces, ha perdido, pero como él dice: La paz es una tarea de toda la vida en la que no se pierde ni se gana para siempre, es una constante reconstrucción. Hoy promueve el concepto al que ha denominado Tregua por México.
Se interno entonces en el estudio de la cultura de paz, ejercicio que le ha llevado gran parte de los últimos cinco años de su vida, por lo que ha recorrido pueblos y comunidades de México, propiciando acuerdos y alianzas por la paz.
En su forma de hablar hay una mezcla indescriptible entre serenidad y apasionamiento: Esta seguro de que es posible la resolución de conflictos actuales de manera no violenta, pero no a cualquier precio, no a costa del olvido y de la impunidad. La injusticia, dice, no conoce a la paz. Pero ha encontrado, el intrincado trance en el que se encuentra México, formas para llegar a acuerdos, acercamientos a la justicia y a la verdad.
En su trato respetuoso y amable, reconoce que "el conflicto es inherente a las relaciones humanas, lo importante es como lo gestionamos y como lo transformamos".
En la construcción de la paz, se ha arriesgado y apostado su capital económico y humano, aveces, ha perdido, pero como él dice: La paz es una tarea de toda la vida en la que no se pierde ni se gana para siempre, es una constante reconstrucción. Hoy promueve el concepto al que ha denominado Tregua por México.
Comentarios
Publicar un comentario